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Susana Gautreau De Windt. | perspectivaciudadana.com | 09-02-2012
El eslogan oficial de “Continuar lo que está bien, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo” frustro la apuesta de la oposición, que no espero nunca esta maroma discursiva y que a nuestro entender había calculado que Danilo pondría oportunista distancia de la administración Fernandez, lanzándose a la crítica del gobierno, esto los obligo a ripostar pretendiendo con la consigna de respuesta de que “Danilo es más de lo mismo ” olvidando que Danilo nunca ha sido presidente, está fuera de la toma de decisiones y el manejo de presupuesto y recursos públicos de este periodo presidencial y presenta una oferta diferenciadora .
El ultimo slogan presentado en este tramo final de la campana peledeista, “ El mejor cambio; el cambio seguro” ha desconcertado a la oposición sin duda, y podría entenderse que es un cambio o viraje en el mensaje de campaña; mas si analizamos parece una saga que hace énfasis en el mensaje de la segunda y tercera promesa de la triada del slogan oficial…, corregir lo que está mal y hacer lo que nunca se hizo” a la vez que constituye una respuesta contundente a la estrategia opositora que pretende descalificar a Danilo Medina como fuerza de cambio.
Veamos ¿Es Danilo el verdadero cambio? ¿Es Danilo un cambio seguro?
Para ello basta sin entrar en análisis enjundioso, hacer una síntesis de las novedosas propuestas programáticas de Danilo Medina en primer término, relanzar el país en el orden económico sustituyendo el actual modelo por uno que tome como base el crecimiento económico sostenido y la estabilidad, para impulsar el desarrollo humano y la equidad social, eliminando las desigualdades y el circulo de pobreza que genera violencia social y marginalidad.
Para impulsar el modelo de “competitividad auténtico” ha dicho que se requiere un sostenido desarrollo de los recursos humanos, la estimulación de los sectores productivos a través de políticas públicas y programas que propendan la innovación, la capacitación, la tecnificación y la productividad para reinsertarnos en nuevos mercados internacionales. Convertir el turismo como la locomotora nacional que arrastre y fortalezca el resto de la economía, el comercio, el transporte y el campo y gracias al incremento de la demanda lograr el efecto exportación local de bienes y servicios y el incremento del empleo y la ocupación. Fortalecer la producción de alimentos en el sector Rural Dominicano, apoyando nuevas soluciones de negocios tales como asociatividad y clúster en el agro y la pecuaria que nos den seguridad alimentaria en tiempos que pronostican escases y carestía mundiales.
En lo social lanza un ambicioso compromiso construir una sociedad con menos pobres, a través de políticas intensivas de asistencia y solidaridad estatal, planes de acceso a los financiamientos dirigidas a los sectores marginados y vulnerables como la juventud, la mujer (la madre soltera). Igualmente incentivo a las pequeñas empresas y el emprededurismo. Y así en el reglón salud, la entrada en vigencia de las reformas rezagadas, la eliminación del cobro en los hospitales, la ampliación de la atención primaria y el desarrollo de redes de servicios tecnológicos de diagnóstico y tratamiento, y un fondo para enfermedades catastróficas.
En el sector educativo se ha comprometido con la ejecución gradual del 4% del producto interno bruto, erradicar el analfabetismo y la deserción escolar mediante la remodelación del sistema educativo con iniciativas tales como la tanda única, la generalización del horario extendido y la provisión de tres comidas a los estudiantes del sector público, y elevación de la calidad de la docencia. .
Es la propuesta Danilista reiterativa en la institucionalización y la cohesión social, para lo cual ofrece la inclusión y articulación de todos los sectores de la vida nacional en un verdadero proyecto país que refleje las aspiraciones de las grandes mayorías, en un ejercicio de pluralidad y democracia que facilite la gobernabilidad y las reformas institucionales.
Sobre la corrupción Danilo Medina ha prometido, sin dramatismos, ni populismo electoralista: no robar, prevenir la corrupción mediante el fortalecimiento de las instituciones de control, supervisión y vigilancia y perseguir a los eventuales infractores.
Su propuesta programática es abarcadora, viable y estructurada sobre la base de un discurso coherente innovador y progresista, que logran transmitir confianza y credibilidad y sobre todo expectativa de cambio. En términos personales se le reconocen cualidades como prudencia sensatez, tolerancia y aptitud gerencial, lo que le ofrece una ventaja comparativa con su contendor Hipólito Mejia, quien se percibe agresivo, intolerante e improvisado.
Sin duda que en un escenario complejo de demandas e insatisfacciones nacionales y de un entorno global de interdependencia, sustitución de paradigmas y grandes retos y pronósticos no halagüeños, la credibilidad y la confianza en la capacidad de un candidato es decisoria. La sociedad dominicana parece demandar cambios, y Danilo los está ofreciendo y exponiendo como los concretizaría. Lo que debemos analizar si sus opositores advierten la naturaleza de los Cambios que se reclaman y que podrían inscribirse en los modelos latinoamericanos exitosos, que aunque con diversos matices particulares, son cambios sociales progresivos sin extremismos populistas, traumas ni ruptura institucional.
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