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En épocas electorales cada candidato propone al país su programa de gobierno. En el actual marco legal esta es una obligación. Aunque algunos debaten si los programas constituyen un elemento relevante en la decisión de la mayoría de los electores, pocos discutirían la importancia de los mismos para electores conscientes y para quienes esperan que el próximo gobierno produzca cambios significativos en la modelo de desarrollo y enrumbe nuestra sociedad hacia mayor equidad y calidad de vida.
Cuando comparamos las propuestas programáticas del principal candidato opositor y las que ha estado planteando Danilo Medina, encontramos importantes diferencias en la forma y en los planteamientos de fondo.
En la forma, porque las propuestas de Hipólito, líder del PPH, candidato por el PRD, parecen una colección de retazos, mal cocidos, con los que se espera satisfacer expectativas de múltiples sectores. A cada uno lo suyo. En algunos aspectos, como es el caso de salud y el de seguridad social, son propuestas incorrectas, ancladas en el pasado, que apuntan a reproducir recetas que en su momento fueron impuestas por tendencias internacionales vinculadas al neoliberalismo. Pero en general, lo más resaltante es la poca preocupación por la coherencia, y la falta de una clara direccionalidad, y la poca atención a la factibilidad y la viabilidad de las mismas. Sin metas y compromisos claros que puedan ser monitoreadas por la sociedad.
Las propuestas de Danilo, en cambio, parten de una caracterización del modelo de desarrollo, sus fortalezas y sus limitaciones actuales, así como de la situación y tendencias internacionales, con lo cual se tiene plena conciencia de las posibilidades y limites que tendrá el próximo gobierno. A partir de allí, se ha desarrollado una visión del país que da coherencia al conjunto de iniciativas programáticas planteadas. Estos abordajes garantizan la coherencia, la direccionalidad y la factibilidad.
Danilo ha planteado al país la necesidad de replantear el modelo de desarrollo, para que nuestra economía pueda seguir creciendo sobre la base de reducir las desigualdades sociales, reducir la pobreza y ampliar la clase media. Ha planteado que para lograrlo se requiere una amplia alianza social y una fuerte coherencia entre las políticas sociales, las económicas y las de institucionalidad pública. Estas ultimas dirigidas a garantizar mayor trasparencia, eficiencia y capacidad de conducción estrategica.
En este marco, la generación de empleos y puestos de trabajo, así como lograr cobertura universal del Seguro Familiar de Salud y la elevación de la calidad del sistema educativo público, son eslabones clave entre las políticas económicas y las sociales, y para sentar las bases de mayor equidad social y del nuevo modelo de desarrollo que nos asegure mayor estabilidad y menor vulnerabilidad.
No se trata por tanto de un conjunto de propuestas demagógicas para satisfacer a diversos sectores. Se trata de un conjunto bien articulado de propuestas, armadas a partir de aportes y expectativas de la sociedad en sus diversos sectores, pero conformadas con una especie de hoja de ruta para el cambio, sin sobresaltos y sin comprometer los avances democráticos conseguidos por nuestro país.
El programa de Danilo es una propuesta para el cambio, un cambio seguro, si estridencias ni desplantes repentistas. Es una invitación a lo mejor de cada sector de nuestra sociedad, para comprometerse con el presente y el futuro, para incorporar a la desafiante aventura de construir, entre todos y todas, una sociedad mas equitativa y solidaria, una economía mas prospera y menos vulnerable y una ciudadanía de calidad, mas activa y participativa.
Danilo ofrece además las ventajas de su personalidad y de su experiencia. Su compromiso con la necesidad de elevar la calidad de la practica política mas allá del clientelismo y del patrimonialismo; y su demostrada capacidad de unir, de sumar voluntades, de respetar las especificidades de cada sector de la sociedad, de concitar acuerdos y alianzas sociales amplias, marcan un perfil de conductor estratégico que ofrece las mejores garantías de éxito en este gran esfuerzo nacional.
Es por eso que personas procedentes de diversos litorales sociales hemos adherido y estamos respaldando esta candidatura, desde una posición de compromiso programático, critica. Porque sentimos la necesidad de un cambio sustancial en el modelo de desarrollo, y porque confiamos que Danilo, candidato del PLD, acompañado de Margarita, es la mejor oportunidad actual para que avancemos en esta dirección.
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