21 Mayo 2011,
Escrito por: Julio Martínez Pozo (eltribunaldelatarde@yahoo.com)
¿Existe el peligro real de que el país deseche la ruta de la estabilidad macroeconómica, la modernización, desarrollo institucional y el progreso, para volver a los de la imprevisión y el caos?
Aunque las expectativas se han levantado sobre un escenario indefinido, lo imposible no aplica para la actividad política, por absurdo que luzca. Todo es posible y muy bien que así lo ha asumido el Partido de la Liberación Dominicana.
Si el ánimo de quienes prohijaron mediciones en una etapa en que un núcleo amplio de ese partido era presa de desilusión y confusión, era sembrar desconcierto, han cosechado un efecto adverso, acelerando los aprestos de integración de dirigentes que no tenían planes de mover un solo dedo en la contienda interna.
El panorama del PLD ha experimentado una evolución sumamente favorable para su principal aspirante, que, de tener el apoyo mayoritario ha pasado al respaldo unánime de toda la estructura del PLD.
Una de las más significativas, la que el licenciado Danilo Medina bautizó como la guardia imperial de su partido: el Comité Político, que le ha entregado el endoso activo de todos los miembros que no tienen funciones de arbitraje ni son precandidatos.
Una semana después, los jóvenes del PLD siguieron la ruta trazada por los veteranos, convocaron una asamblea en la que en forma unánime decidieron asumir la candidatura del licenciado Danilo Medina.
Pero lo propio ocurrió con los jóvenes de generaciones anteriores, a las de los que hoy militan en la JPLD, los que como Domingo Contreras en su momento fueron líderes de la Vanguardia Estudiantil Dominicana, todos se han unificado en torno a la candidatura de Danilo Medina.
Lo más reciente ha sido el espaldarazo que le ha brindado el vicepresidente de la República, doctor Rafael Alburquerque, quien el viernes dirigió un mensaje en el que declinó sus aspiraciones y endosó su respaldo a Danilo Medina, advirtiendo que “la amenaza del retorno del caos, el desorden y la zozobra que el país vivió entre el 2000 al 2004 bajo un gobierno perredeísta, es una peligrosa realidad que afectaría la calidad de vida de la mayoría del pueblo”.
Pero esas proyecciones extemporáneas, y hoy por hoy desfasadas, porque no hay duda que el escenario actual es diferente al de los días que en se levantó el trabajo de campo de las encuestas que han prendido la alerta, no solo han tenido un efecto interno positivo para el aspirante número uno del PLD, sino que también han generado reacciones, como la expresada por el principal consorcio financiero del mundo JP Morgan Chase, que entiende que la sola posibilidad de un nuevo gobierno de Hipólito Mejía, genera perturbación a las variables económicas del corto plazo
Dice su informe que “si bien es cierto que todavía es demasiado pronto para sacar conclusiones definitivas sobre el resultado de las elecciones presidenciales del año próximo, creemos que el ascenso de Mejía como un fuerte contendiente es probable que añada un elemento de incertidumbre no sólo a la propia elección, pero dado su pobre historial registrado de la gestión económica, también a las perspectivas a corto plazo de la economía dominicana”.
Lo que JP Morgan comunica a la comunidad financiera de Wall Street, es que todo proyecto de inversión o financiamiento para República Dominicana, pasa por tomar en cuenta ese factor de riesgo.
Pero no creo que el efecto de esa alarma perdure, nadie ha ganado motivando con tiempo a la unidad y fortaleza de su adversario.
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