Ramón Tejeda Read | perspectivaciudadana.com | Del 23 y 30-05-2011
Danilo Medina se pasea por cada rincón del país advirtiendo, más que prometiendo, que hay que continuar todo lo que está bien; que hay que corregir lo que está mal, y que es la hora de emprender lo que no se ha hecho.
En efecto, hay gente que aún no aquilata la magnitud de lo que ocurrió en el año 2000, cuando Hipólito Mejía asumió la Presidencia del país y comenzó a desbaratar todo lo que se había hecho en la administración anterior (96-2000).
Dado que la manera de analizar la realidad que predomina en las filas perredeistas es emocional, no racional o ideológica (debido al predominio allí de ciertos sectores de la sociedad), tan pronto accede al Poder el PRD comienza a desarticular todo lo que hizo el que considera su adversario.
Esa cadena de reacciones emocionales, dirigida por intereses y motivos muy particulares, se pone en marcha desde el primer día en que asume el Poder y todo el mundo recuerda a los grupos de perredeistas que entraban a las oficinas públicas desde el 17 de agosto del 2000 a exigirles a los empleados que se fueran y, en muchos casos, a sacarlos de manera violenta y a auto-nombrarse en los puestos.
Así se actuaba abajo, pero arriba operaba algo parecido o peor cuyos resultados estallaron en el 2003 con la quiebra de varios bancos. Ese proceso de desmonte institucional empezó (por ejemplo) devolviendo la recién creada AMET al Departamento de Tránsito de la Policía Nacional y tuvo manifestaciones tan vernáculas como la de enviar un helicóptero a apresar a un dirigente perredeista que se había atrevido a denunciar que en su comunidad no había agua.
De hacerla, la lista de escándalos sería interminable, pero lo que va dicho es por ahora suficiente para explicarnos por qué el pre-candidato Danilo Medina insiste en la necesidad de “continuar lo que está bien”y “hacer lo que no se ha hecho”, si bien asume el compromiso de “corregir lo que está mal”. Como debe ser.
Danilo Medina habla de “continuar lo que está bien” y de seguro que mucha gente entiende que ésa es otra consigna más de campaña electoral y no se imagina lo equivocada que está.
Dar continuidad a lo que se hace bien no es sólo un deber, sino una obligación de todo gobernante responsable y es precisamente lo que esperan y necesitan los pueblos.
Si cada gobierno dominicano hubiese dado continuidad a lo bueno que hicieron sus predecesores en vez de denostar y despotricar contra toda iniciativa sólo porque fue tomada por otro, otra fuera la situación que hoy estuviéramos viviendo.
De lo que habla Danilo es de institucionalizar: De la necesidad de que permanezcan y prevalezcan las instituciones y las políticas institucionales en un proceso de superación constante.
Si en vez de echar por el suelo el programa económico 96-2000 el gobierno de Hipólito Mejía lo hubiera continuado y profundizado en todos sus aspectos positivos, nuestro país se hubiera economizado la devaluación catastrófica y la monstruosa inflación que dieron cuenta de la existencia de grandes bancos y de millares de pequeñas, medianas y grandes empresas y aumentaron la pobreza en general.
De continuar y mejorar las políticas 96-2000, nuestro país no hubiera retrocedido a tasas negativas de crecimiento que representan años de atraso para el desarrollo.
De continuar y mejorar el programa de capitalización y reordenamiento del sector electricidad iniciado en el período 96-2000 y continuar la revisión de los contratos en 2002, como estaba previsto, en vez de extenderlos 14 años más en el malhadado Acuerdo de Madrid, probablemente no tuviéramos hoy los graves problemas que aún confronta el país en ese sector.
De continuar el programa de reordenamiento del sector transporte que empezó con modernizar y transparentar la emisión de la licencia de conducir y siguió con la creación de la AMET como institución separada de la Policía Nacional, de seguro otros fueran los problemas que hoy estuviéramos resolviendo en ese sector. Mejía no sólo no continuó lo que se inició, sino que dio paso a la contrarreforma regresando la AMET y el control del transporte de hecho, a la PN.
Y dejo la lista ahí porque lo dicho es suficiente para que se entienda la importancia de “continuar lo que está bien”, que no es otra cosa que, como ha dicho Danilo Medina, institucionalizar nuestro país; darles permanencia a las políticas llamadas a sacar del atraso a nuestras instituciones y a nuestro pueblo.
tejeda.ramon@gmail.com
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