De Buena Tinta | diariolibre.com | 25-08-2010
Danilo Medina anda de lo más metido en bulla en los últimos días, después que descubrió lo maravillosa que es la sociedad civil que se involucra en afanes políticos.
Como hombre de ortodoxia conocida y dirigente de un partido que no permite mucha confianza a sus aliados, no conocía del valor de esa fuerza cuando se organiza.
Esos seguidores nuevos que no pertenecen al partido, y que disponen de sus propios medios y propósitos, constituyen un gran descubrimiento.
Cada día se aprende algo nuevo, y lamenta no haber advertido esta fuente de poder con mayor anticipación. El aporte es real desde todos los puntos de vista, incluyendo el logístico.
Ahora puede moverse sin que ningún compañero recele de sus aspiraciones o que los organismos de dirección lo llamen a capítulo por adelantar la campaña interna.
Las expectativas son buenas, no pueden avanzarse cifras, pero sus núcleos trabajan en la afiliación de por lo menos un cuarto de millón de personas de esas que dicen que nunca habían estado en política.
Si él se lo cree, y ellos también, todos serán todos felices. Fuente....
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