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28 Abril 2012
César Medina
lobarnechea1@hotmail.com
Se están entregando ya las últimas encuestas de posicionamiento de los candidatos previo a los comicios presidenciales que se celebrarán dentro de 22 días. Todas dicen lo mismo, que Danilo Medina ganará en la primera vuelta y que la brecha entre los dos candidatos punteros sigue ampliándose en tanto nos acercamos al 20 de mayo.
Por fortuna la tecnología está tan avanzada que no hay razón para sobresaltos porque no existe ninguna posibilidad de que se retuerza la voluntad de la mayoría, además de que los resultados se conocerán temprano en la noche, quizás dos o tres horas después de cerrarse los colegios electorales.
Lo que se debate ahora es si la Junta compartirá con los partidos y los medios de comunicación el privilegio de la información que saldrá de las juntas municipales y de los centros de escáneres.
El órgano comicial teme –con sobrada razón– que la información se manipule y se proyecte una tendencia irreal que parezca irreversible.
Y por eso se debate sobre la pertinencia de mantener el monopolio de esa información para entregarla parcialmente a través de los boletines, procedimiento que ha prevalecido siempre.
Las firmas encuestadoras de mayor prestigio del país han entregado sus últimos hallazgos en este proceso.
Gallup, Benesson, Asisa, Penn and Schoen, Hamilton, New Link, Greemberg y Alfonso, Cabrera y Asociados, proyectan unos resultados que favorecen al candidato del PLD, rompiendo ya la barrera del 50 por ciento necesario para ganar en primera vuelta.
Y faltando tres semanas para las elecciones no parece que esa situación pueda ser revertida. Sobre todo porque Danilo Medina ha venido de menos a más, y en el caso de Hipólito Mejía ha ocurrido lo contrario, ha venido de más a menos si tomamos en cuenta que en el mes de agosto pasado tenía una ventaja de más de 20 puntos porcentuales.
En los próximos días se conocerán las encuestas que faltan de todas las que han venido trabajando en el mercado electoral dominicano y que se les reputa prestigio.
Y todas tienen la misma proyección.
Otras, las de gabinete, siempre pondrán arriba al que las encargue y las pague, pero a esas no se les puede conferir ningún valor.
La dura realidad para la candidatura perredeísta es que al día de hoy la diferencia es de más de 10 puntos porcentuales a favor de Danilo.
La carta del Roedor
Aristófanes Urbáez me envió una carta para comentar mi artículo del jueves. Y aunque la publico a continuación, prometo que no se trata de un intercambio de bombos mutuos: César: En este país de tanta precariedad espiritual signado por la mezquindad y el chisme, me abruma tu generosidad, que no es más que la reafirmación de lo que dijo el Premio Nobel de Literatura mexicano, Octavio Paz, en “El arpa y la lira”, en cuanto a que las mejores obras de la humanidad se han escrito en tiempos de las peores crisis económicas y morales.
Respecto a ti, jamás me he perdido en dos cosas, pese a los decires de tus enemigos, y lo he proclamado siempre: que eres, junto con Alberto Amengual y el declinante Julito Hazim, el mejor entrevistador de la televisión dominicana; y que admiro tu capacidad de no hacerle caso a los disparatados que hacen olas hablando sandeces. Para la época de los 80s, cuando eras seguidor de Jacobo Majluta, sólo leía el “Hoy” para leerte porque eres un “clásico” del periodismo dominicano, lo que acabaste de dejar por sentado con las entrevistas de este LD a Euclides Gutiérrez, Miguel Vargas, y etc. Sé que tú sabes que a nadie, ni a “mi caudillo” Don Juan Bosch, le he pedido permiso para opinar o analizar.
Quien sintió envidia sana de ti fui yo por los dos últimos artículos sobre Félix Bautista y Roberto Rosario. Desprecio la jauría y la cobardía de quienes que ponerla en su puesto.
Digo lo que apercibo. Y punto.
Los demás, son los demás.
Del grupo un poco más joven, de los que no llegan a los 60s., este país sólo ha dado tres intelectuales con pensamiento propio, sin importar las fuentes alimentadoras: Manuel Núñez, José Miguel Soto Jiménez y Leonel Fernández.
Me acuerdo que a raíz de las consultas para la reforma constitucional, te pregunté cuál era la profesión de Oscar Medina y me dijiste: “Ingeniero”. Él, Radhamés Gómez Torres, Juan Carlos Guerra y el cocolo Malone, son tres plumas bizarras del periodismo, la valentía e independencia de criterios, libre albedrío razonar distinto del montón.
Gracias, César Medina Abreu, no lo esperaba de ti, pero como Emile Zolá y monseñor Meriño, “te paras de pie sobre la cumbre” de la mediocridad y la envidia, Un abrazo sin fingimientos, El Roedor, 26-4-2012.
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