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Sun, 15 Apr 2012 07:58:00
POR ORION MEJIA
Se ha hecho de todo en materia de infamia, afrenta, mentira, sin que ninguna picada de mosquito altere la determinación de Danilo de cumplir el rol que la ha asignado la historia
La estrategia ha sido provocar grandes humaredas mediáticas con la indecencia como incienso para hacer irrespirable el ambiente político e intentar ocultar que la poderosa efervescencia que produce la propuesta electoral de un candidato como Danilo Medina es inmune a los dardos de infamia que arroja un litoral partidario acostumbrado a caminar con los pies al revés.
Se ha hecho de todo en materia de infamia, afrenta, mentira, sin que ninguna picada de mosquito altere la determinación de Danilo de cumplir el rol que la ha asignado la historia, convertirse en gestor genuino de una anhelada equidad social que se sostenga en la redistribución de riqueza.
Llegaron al gobierno cuando el edificio de la Suprema Corte estaba construido en un 90%, sin agregarle en cuatro años una tachuela. Un mes después de retornar, Leonel concluyó la magna edificación, pero ocho años después esa gente acusó a un senador de sobrevaluar esa obra. Resulta que el imputado no participó en la obra.
Antes se encomendó a un pobre diablo de Santiago embadurnar la reputación de la candidata vicepresidencial del PLD, pero ahora se considera que otro pobre diablo no tiene capacidad para mancillar la honra del presidente de Haití, aunque la materia prima, en uno y otro caso, ha sido suministrada por el mismo retrete.
Hace tiempo se cumplió el plazo otorgado al Presidente para que se refiriera a la situación de cuatro oficiales de su entorno a quienes supuestamente el Departamento de Estado les canceló visado, pero tres de ellos ya viajaron a Norteamérica, y el proclamado padre no dice lo que dijo que diría en 15 días.
Algunos no comprenden que el reino de Fernández no pertenece ya a esta tierra, porque no es el candidato y porque se ha convertido en uno de los líderes latinoamericanos más influyentes a nivel mundial, por tanto, su carne no está al alcance de la fiel perra de la señora Belica.
Este es el tiempo de Danilo, a quien no pueden tirarle encima lo malo que se atribuye al Gobierno de Leonel, pues hace más de cinco anos que dimitió voluntariamente del cargo de secretario de la Presidencia sin convertirse en enemigo del Presidente ni dividir su partido, lo que le da autoridad a bañarse en lo bueno que ha hecho esta administración.
Danilo Medina no ofende, no agrede; es un combatiente político que pelea de frente con los principios y la razón como escudo, pero sus adversarios temen enfrentarlo en el terreno de las ideas, por lo que acuden a trapisondas y chicanas, sin poder tampoco entender que este pueblo ya aprendió a identificar al cojo sentado y al ciego durmiendo.
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