1/8/2011
Poniendo pasiones políticas aparte y olvidándonos de fanatismos trasnochados, como dominicanos, tenemos que felicitar y ponderar el viaje del Licenciado Danilo Medina a Brasil.
Los elogios que han expresado líderes de la estatura del Ex Presidente Luiz Inácio Da Silva (Lula) y de la actual mandataria de Brasil Dilma Rousseff al Licenciado Danilo Medina Sánchez, debe llenarnos de orgullo patrio, independientemente a que parcela política usted pertenezca.
Dice mucho del Lic. Medina, el hecho de que para enriquecer su programa de gobierno, salga a buscar ideas y soluciones a países, que como Brasil, han tenido éxito en las políticas aplicadas para remediar ancestrales problemas muy similares a los nuestros.
Lograr sacar en solo ocho años a 39 millones de ciudadanos brasileños de la pobreza, es un logro fuera de lo común y esto es precisamente lo que hizo Lula en su país.
Copiarlo y adaptarlo a las necesidades del nuestro debe ser la primera prioridad de cualquier gobernante que honestamente quiera encauzar su nación por senderos de bienestar y progreso.
A nosotros, particularmente nos ha impactado algo de lo que se ha hablado muy poco en este periplo del candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana.
Me refiero a la visita que hiciera éste a la ciudad de Curitiba en el sur brasileño.
Esta ciudad ha sido la inspiración de más de 80 metrópolis en la construcción de sus sistemas de transporte y su cambio urbanístico. La ciudad de Bogotá con su “Transmilenio” es uno de los ejemplos.
Jaime Lerner, tres veces Alcalde de Curitiba y Ex Gobernador del estado de Paraná, es el creador de “El milagro sur americano”
La idea del Arquitecto y urbanista Lerner es pensar en la ciudad como la solución y no como el problema. Ha creado, entre otras innovaciones, un sistema de transporte que es económicamente auto sustentable. No necesitando subsidios del gobierno.
El sistema consiste en ir eliminando el uso de automóviles particulares ofreciendo una flota de autobuses articulados con una frecuencia de tres minutos entre uno y otro con la novedad de que usted paga al entrar en la parada de guaguas y no dentro del bus como se acostumbra a hacerlo.
Las Paradas son instalaciones semicirculares con entradas y salidas independientes una de otra que les da acceso al autobús, incluyendo incapacitados, a través de una plataforma integrada al mismo facilitando así un flujo constante y rápido.
El Señor Lerner, con la ayuda del urbanista Hitoshi Nakamura, Director de parques, ha convertido la ciudad de Curitiba en un espacio más acorde con el medio ambiente, con cuatro veces el requerimiento internacional de arboles y zonas verdes.
En vez de luchar en contra de la naturaleza, han hecho causa común con esta, creando lagos llenos de peces en zonas que antes eran anegadas por las constantes crecidas de los ríos, reubicando los residentes de esos lugares, a otros sitios de la ciudad donde ellos mismos ayudan en la edificación de sus viviendas a la vez que son entrenados en la técnica de la construcción.
Estas soluciones habitacionales son financiadas a largo plazos por el Estado y parte del inicial la pagan con su trabajo.
Otra de las novedades de estos barrios es la creación de parques y áreas verdes donde para cortar el césped utilizan ovejos que le salen totalmente gratis a la ciudad a la vez que le dan un toque diferente a estos lugares de esparcimiento.
El aseo de la ciudad no se queda atrás. En los barrios populares existe un programa de cambio de basura por alimentos. Por cada kilo de basura clasificada, lista para el reciclaje, los ciudadanos reciben un kilo de avituallamiento consistente en frutas, legumbres, granos, carnes y pescado. Demás está decir que Curitiba es una de las ciudades más limpias del mundo.
El Licenciado Danilo Medina está proponiendo a nuestro país soluciones similares a la de Curitiba. Vio, in sito, estas renovaciones. Se desprende de toda demagogia y propone a las fuerzas vivas de la Nación un compromiso a doce años para aplicar, poco a poco, estos y otros remedios de los cuales fue testigo presencial.
Tomémosle la palabra. Los brasileños lo hicieron. Nosotros también podemos.
carlosmccoy@ymail.com
Autor: Carlos McCoy
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