lunes, 22 de agosto de 2011

En el PLD: Ollanta Humala, Danilo Medina y las campañas admirables

21/8/2011
(2ra. Parte)
“Igual paso con el candidato Ollanta Humala, hoy presidente del Perú, quien recurrió a Luiz Ignácio Lula da Silva para rearmar su campaña que lucía de capa caída. Introdujo ajustes, algunos drástico, entre ellos el distanciarse un poquito de los pujantes movimientos de la nueva izquierda latinoamericana, con el fin de atraer votos de algunos sectores conservadores que necesitaba para ganar las elecciones. A juzgar por los resultados, los cambios que realizó validan nuestras observaciones”

Este artículo es la 2da. Parte de Danilo y las Campañas Admirables en el PLD, lo del título con el nombre de Ollanta Humala, es puro formulismo para llamar la atención. Sin embargo, su ejemplo y el de Chávez, no dejan de traer algunas lecciones para el propósito.

Un símbolo de una copia casi al carbón – decimos con el debido respeto, porque lo realizan de acuerdo a su realidad – del pensamiento y los métodos de trabajos creados en el PLD bajo la dirección de Don Juan, lo constituye la revolución bolivariana: no hay desperdicio conceptualmente hablando en la aplicación allí de la tesis de la dictadura con respaldo popular, desarrollado por Don Juan –que fue publicada por primera vez en la revista ahora de aquel tiempo – a finales de la década de los años 60s, mas todo lo que se hizo para construir el PLD desde el mismo 15 de diciembre del 1973.

Muy recientemente, hacen apenas dos o tres semanas, escuché de la propia voz del presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Hugo Rafael Chávez Fría, el rechazo a las posiciones hegemónicas de su partido, PSUV, en su país, y con gran valentía corrigió símbolos emblemáticos de su revolución: “Patria, socialismo y vivir viviendo – algo así -, en lugar de patria Socialismo o Muerte. También arengo para que el rojo no fuera el color exclusivo de su polo patriótico, y dando un ejemplo salió al Barcón del Pueblo, ante miles de sus simpatizantes, con una camisa amarilla que se la había regalado su hija por su cumpleaños, en lugar de su emblema rojo. Además, realizó otros ajustes que no es necesario detallar, pero en la misma dirección. ¿Y porque? El está en campaña para las elecciones de noviembre del 2012.

Igual paso con el candidato Ollanta Humala, hoy presidente del Perú, quien recurrió a Luiz Ignácio Lula da Silva para rearmar su campaña que lucía de capa caída. Introdujo ajustes, algunos drástico, entre ellos el distanciarse un poquito de los pujantes movimientos de la nueva izquierda latinoamericana, con el fin de atraer votos de algunos sectores conservadores que necesitaba para ganar las elecciones. A juzgar por los resultados, los cambios que realizó validan nuestras observaciones.

Es de eso que se trata. ¿Y porque en el PLD no puede reflexionar sobre este tema? Lo que queremos decir es cambiar temas o slogans de campañas que no pertenecen a la realidad que estamos viviendo, algunos de ellos agresivos, y que contradicen las leyes del vivir cotidiano.

Yo veo a muchos – tal si fuera una cuadrilla de seres feroces arengando sin piedad para que se castigue a sus adversarios de manera reiterada – compañeros que se creen que el castigo inmisericorde a sus contrarios es la ruta para mantenerse en el gobierno. Y no es así, porque profesamos el cristianismo y las propuestas de nuestro candidato es la del consenso, la de poner en práctica un proyecto de nación, en donde podamos sacar beneficios todos. Y cuando digo beneficios todos, me refiero a que están incluidos los perredeistas, los peledeistas, reformistas,…, en fin a todos. Pero el problema es que habemos muchos que no queremos repartir, sino quedarnos con todo, y que se jodan los demás.

Si ustedes quieren un ejemplo de lo que propone el compañero Danilo, solo lean sus propuestas del pacto social, el cómo aborda y se compromete a dar solución al tema en el área de la educación, la cual va más allá de su permanencia en el gobierno 2012-2016.

“En el sistema que vivimos la unidad más pequeña, más importante e universal es la mercancía - Carl Marx, su descubridor, así la definió – y en él y con ella todo se convierte en un negocio. En el caso de la política no es la excepción, es visible que hasta las consignas y slogans son mercancías, en las cuales se invierten grandes sumas de dineros. No es fácil desmontar una consigna o slogan en el que se ha invertido tiempo y dinero. Hay muchos que contar de no perder esa inversión y “su orgullo”, son capaces de echar a perderlo todo.

No vamos abundar mucho sobre este tema, porque como dice el dicho: a buen entendedor pocas palabras bastan. Lo que si podríamos decir es que hay que tener cuidado con estar vendiendo una mercancía usada como si fuera nueva.

Es real que lo que tenemos que hacer es ganarnos el corazón de muchos perredeistas e indecisos votantes que quieren el bien de nuestro país al igual que nosotros, y ellos rechazan la violencia y lo que pasó en el periodo 2000-2004. Pero también no están de acuerdo con que ofrecer pelas y más pelas se convierta en un discurso rayado, tal si fuese un modelo o panacea que resolverá nuestros males. Ya esa pela se le dio, y las cosas no anda bien después de eso. Solo echemos un vistazo a las últimas encuestas, a las que vendrán y a las recién pasadas elecciones congresuales y municipales, en el cual nuestro principal contrario saco más de un 4% por encima de nosotros.

Nuestro candidato va muy bien y crece, porque ha sabido distanciarse de algunos de nuestros errores de gobierno; pero además tiene un discurso de país –por fortuna ningunos de los contrarios los tienen - que recoge, interpreta y da soluciones a las demandas más sentida de todos los dominicanos. Y siendo así, el compañero Danilo ya no pertenece solo al PLD, él es el candidato de todos los dominicanos, y tenemos que ayudarlo para construir con su proyecto de nación, un país próspero y de todos. Pero primero tenemos que ganar en mayo del 2012.
Autor: Félix Rodríguez

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