POR EURI CABRAL
13 DE AGO 2011
Entre Danilo Medina e Hipólito Mejía existe una diferencia abismal como ofertas para ser próximo presidente de la República. Danilo ha demostrado ser un hombre de gran capacidad para articular una propuesta clara y precisa frente a todos los problemas que afectan a la nación dominicana.
Danilo es un hombre de ideas claras, firmes, de visión y entendimiento para enfrentar los grandes retos que tiene la sociedad dominicana en los actuales momentos. Danilo es muy preciso al hablar de un programa para enfrentar la pobreza, de implementar un nuevo modelo de desarrollo que priorice el turismo, la agropecuaria, las Pymes y el aumento de la capacidad exportadora de nuestra nación.
Danilo habla claramente de crear empleos para los jóvenes, de implementar un nuevo modelo educativo donde se establezca una tanda de ocho horas diarias de docencia para que el gobierno se vea en la obligación de darles a los alumnos desayuno, comida y una merienda. En fin, Danilo tiene una visión de lo que pasa y un programa claro, preciso y definido de cómo enfrentar la situación para continuar el crecimiento y la estabilidad y alcanzar el bienestar de la población dominicana.
Danilo no ha sido presidente, pero su paso por el Estado lo ha convertido en uno de los hombres más experimentados en el manejo de la cosa pública.
Es un servidor a carta cabal, es un conciliador, es un solucionador de problemas y un hombre de una honestidad a toda prueba.
Hipólito, por el contrario, tiene como aval el haber dirigido uno de los peores gobiernos de toda la historia, que metió al país es una las más graves y profundas crisis económicas y financieras de América Latina.
En el gobierno de Hipólito creció la miseria y la pobreza, hubo una inflación galopante, el dólar se disparó a 60 pesos por 1, se perdió la estabilidad macroeconómica y el crecimiento; en fin, se le dio un golpe mortal a la economía y a la situación de todos los dominicanos.
Porque Hipólito es un hombre que no entiende la dinámica social, que no tiene idea de cómo gobernar el país, que es capaz de afirmar que la tarjeta solidaridad no sirve y que sólo es usada para comprar ron y luego, olímpicamente y sin mediar una reflexión serena, es capaz de decir que la va a aumentar porque es buena.
Hipólito y el PRD representan el pasado, la incertidumbre, el desasosiego, la ineficacia y la ineptitud en el manejo del Estado.
Danilo y el PLD, por el contrario, representan el presente efectivo y el futuro esperanzador, la eficacia, la tranquilidad, la estabilidad y el bienestar de nuestra nación.
Euri Cabral es economista y comunicador
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