Sat, 30 Jul 2011 17:15:00
Por JULIO MARTINEZ POZO*
El autor es comunicador. Reside en Santo Domingo
El pais demanda un gobernante que tenga su cabeza bien puesta y espíritu emprendedor para propiciar una mejoría sustancial en los niveles de ingreso de los ciudadanos.
¿Qué tipo de gobernante demanda el país en un contexto de crisis internacional en el que la carestía del petróleo y de los alimentos, seguirán como factor de perturbación?
Uno que tenga su cabeza bien puesta y espíritu emprendedor para propiciar una mejoría sustancial en los niveles de ingreso de los ciudadanos.
Un capitán que energice y esperance, porque este trance solo puede atravesarse en forma provechosa con una visión optimista.
Que tenga planes bien definidos para mantener y elevar los niveles de crecimiento de la economía nacional, al tiempo que trabaje para incorporar al mercado de consumidores a miles de familias excluidas por los niveles de pobreza extrema en la que se mantienen, que ataque el desempleo y tenga soluciones para mejorar la calidad de la educación.
Que sea un gerente absolutamente convencido de la factibilidad de sus propuestas y que tenga la firmeza de vencer cuantos obstáculos se les interpongan para materializarlas.
Que tenga compromisos con la institucionalidad democrática y que esté consciente que un político ético no es solo el que no roba, sino el que sabe cada día en la administración pública ha debido ser usado para producir bienestar.
Que tenga capacidad de escuchar y de integrar, que ninguna transformación importante puede emprenderse sino se ha empoderado de ella a la sociedad.
Que sea uno de esos exponentes de la clase política dominicana con una trayectoria que enorgullezca a sus seguidores.
Que practique y promueva el trabajo en equipo, que no se crea superior a nadie, y que motive a cada quien a dar lo mejor de sí.
Que no busque el poder por perseguirlo, sino porque tiene aportes, y porque quiere generar una nueva cultura en la gerencia del Estado, y propiciar la creación de una generación de servidores públicos que desarrollen como característica fundamental la vocación de servicio.
Que se tome los asuntos que maneja en serio, que no sepa que no le ha buscado para reemplazar cómicos, sino para generar las alternativas necesarias para que la sociedad no se consienta el pésimo balance de tener a un 25 por ciento de los jóvenes en edad productiva que ni trabajan ni estudian.
Que el partido que lo acompañe no se adicione a los factores de perturbación, división y de caos, sino que por el contrario, sea una fuerza de apoyo y de equilibrio, y que con su ejemplo de unidad evidencie la capacidad de unir a toda la sociedad.
Se requiere de un gobernante que de continuidad a las obras que encuentre en proceso de construcción, pero que toda nueva iniciativa la concentre en la mejoría del ser humano.
Que no suelte todo lo que le llegue a la boca y que sepa que la amplia tribuna mediática que confiere el poder debe emplearse para construir y educar, no para destruir.
Que sepa que solo se le ha elegido por el período que establece la constitución y que sea incapaz de involucrarse en maniobras perversas para modificarla.
Que no sea alguien que haya probado su capacidad para dañar lo que encuentre bien y empeorar lo que está mal, sin dejar ningún legado positivo.
Que sea humilde y crea en las potencialidades de su país, que haya probado sabiduría y perseverancia en luchar por lo que cree sin claudicar en sus principios.
Ese gobernante tiene nombre y apellido, no disfraz, se llama Danilo Medina.
j.martinezpozo@hotmail.com
av/am
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