Puntos de vista 18 Noviembre 2010
UMBRAL
Manolo Pichardo
Me sumo con entusiasmo al proyecto del compañero Danilo Medina
Mis palabras de apoyo a Danilo Medina en acto celebrado en Santo Domingo el pasado 7 de noviembre He querido atrapar las palabras que dirigiré a ustedes en estas cuartillas para no dejarlas a merced de la improvisación, porque no quiero resbalarme en ideas que no haya madurado, que no haya cedaceado, porque resulta que hoy, como durante los últimos meses, estamos asistiendo a acontecimientos que la historia registrará como trascendentes, y esto me ha hecho tomarme la precaución de medir mis palabras, consciente de la importancia de este escenario para aportar un granito de arena.
La historia marcará estos actos como trascendentes en razón de que el torbellino que a lo interno del PLD va causando la candidatura que se viene levantando, indicará, de manera definitiva, el rumbo que ha de seguir la República Dominicana para que nos convirtamos en una sociedad verdaderamente justa, próspera y moderna, como la hemos venido construyendo desde 1996.
La construcción de esta sociedad es un proyecto concebido desde el nacimiento de la República en 1844, cuestión que impidieron las condiciones históricas en que se produjo la independencia, marcada por una estructura productiva atrasada en la que Pedro Santana y los hateros, como protagonistas, sirvieron de muro para impedir los sueños de una pequeña burguesía que puso bienes, corazón y vida para la causa redentora.
Aquellos sueños libertarios nacidos de las entrañas de Los Trinitarios recorrieron nuestra media isla de proyecto en proyecto, hasta que 129 años después, Juan Bosch, junto a un puñado de hombres y mujeres, abandona el PRD, para formar el Partido de la Liberación Dominicana, con la intención expresa de concluir la obra iniciada por los creadores de la República.
Para muchos, el proyecto de Bosch no avanzaría, era un sueño parecido al de Los Trinitarios, irrealizable en una sociedad atrasada y que por demás se encontraba anclada en un sistema bipartidista que no dejaba espacio para una nueva organización política.
Pero no. El PLD irrumpió de forma irreverente inaugurando un nuevo estilo de hacer política, y con ello y el peso del liderazgo del Maestro se fue tomando las casas, las calles y callejas para experimentar un crecimiento geométrico que le llevó a ganar las elecciones 17 años después de su fundación.
La utopía redentora pareció desvanecerse con lo ocurrido en 1990. Pero no. La llama peledeísta estaba ardiendo en el corazón del pueblo dominicano y solo faltaba la coyuntura para que la tea de Gaspar Polanco desatara el incendio restaurador, el incendio que pusiera de nuevo en el camino de la historia al Partido de la Liberación Dominicana.
El sueño de Bosch y Los Trinitarios se hizo material cuando en el 1996, por las escalinatas del Palacio Nacional, subió el PLD con el aire prístino y popular que selló su nacimiento en 1973. Aquel agosto inauguramos un gobierno que, salvando las distancias y la realidad histórica, avanzó como pudo por la vía del sietemesino que encabezó el líder fundador del partido morado de la estrella amarilla.
Pero a pesar del llamado “milagro dominicano”, como definieron los organismos financieros internacionales al desempeño de nuestro primer gobierno, y a pesar de que hemos navegado con cierto éxito en los otros dos, tenemos tareas pendientes que debemos resolver, y como continuaremos en el poder para seguir produciendo las trasformaciones que nos permitan tener la sociedad que queremos, me sumo con entusiasmo al proyecto del compañero Danilo Medina, porque él es quien garantiza que el PLD se mantenga en el poder para seguir haciendo realidad el sueño de Bosch y Duarte.
La sociedad lo percibe como el candidato del Partido, el pueblo lo ve como el hombre que continuará el camino hacia el progreso con la producción de riquezas y la necesaria inversión social que tenemos pendiente.
Nada impedirá que continuemos en el poder para seguir poniendo en marcha el sueño Trinitario de 1844 y el proyecto peledeísta de 1973, porque como dijo el presidente del Partido, el compañero Leonel Fernández, “el PLD es una familia”, y juntos y unidos saldremos a las calles a trabajar por el triunfo del candidato de nuestra organización, que como todos sabemos, sin que haya la menor duda es, desde ya, el compañero Danilo Medina, próximo presidente de la República.
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