Puntos de vista 14 Febrero 2011, 11:50 PM
Comentarios 2 - último digitado en 15 Feb a las 10:45 PM
SONDEO
Luis Encarnación Pimentel
encar-medios@hotmail.com
El posicionamiento actual, al margen de la decisión final del presidente Fernández, es de privilegio, hacia adentro de su partido y hacia afuera.
Bien avanzados como están los procesos internos en el PRD y en el PLD para elegir al candidato del 2012, creemos que es momento de analizar dos aspectos relativos al manejo personal de Danilo Medina durante su prolongado esfuerzo en procura de ser Presidente.
En primer lugar, lo que tiene que ver con el criticado, o no del todo comprendido ausentismo del importante dirigente del partido morado del escenario de los grandes debates nacionales; pero que los resultados y el devenir en la política criolla han demostrado que el hombre, segunda figura en importancia del PLD, tenía razón, y que su estrategia obedecía al triple objetivo de: no estar expuesto, evitar toda confrontación con Leonel, y de ganar tiempo. O sea, la meta de Medina ñposición ahora vista correctañ fue preservarse, estar en mejor resguardo para reemprender en firme su proyecto presidencial en la mejor coyuntura que le aconsejaran los acontecimientos y las circunstancias.
El posicionamiento actual, al margen de la decisión final del presidente Fernández, es de privilegio, hacia adentro de su partido y hacia afuera. El segundo y más trascendente elemento a resaltar en el desempeño de Danilo es el del discurso político, que ante el gran déficit al respecto (algunos matices de José Tomás y de Luis Abinader serían la excepción), parecería casi solo en el panorama.
Además de que el hombre gana terreno en distintos sectores con las respuestas que oferta a la gran problemática social y económica del país, el discurso conciliador, optimista, unificador, de generosidad y de perdón de Danilo no tiene desperdicio. Se siente fuerte y cree será el candidato (“el que va a ganar, no importa con quién tenga que competir”), pero está bien claro de que necesitará del apoyo de todos los compañeros de su partido para ser Presidente, por lo que se mostró dispuesto a tocar todas las puertas “para que me ayuden a ganar”.
De ahí su advertencia: ”No quiero ofensas ni heridas que no se puedan curar”... ¡Muy bien!
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