lunes, 21 de febrero de 2011

El catecismo de Danilo

El catecismo de Danilo
Ramón Tejeda Read | perspectivaciudadana.com | 21-02-2011
Danilo Medina va para arriba y para abajo con un programa bajo el brazo: O nos salvamos ahora, o nos hundimos más todavía, dice.

En la desgracia de los altos precios internacionales de las materias primas, ve la salvación de nuestra agropecuaria.

Es la oportunidad de oro de nuestros agricultores y nuestra agricultura, avizora. Y es categórico: de los 155 municipios del país, menos de 30 no viven o dependen de algún rubro agropecuario.

Y no se cansa de recordárnoslo: uncir el carro de la agropecuaria a la locomotora del turismo es leit motiv adondequiera que va.

Volcarnos hacia las micro, pequeñas y medianas empresas con crédito preferencial, información y acceso a la tecnología es indispensable y es una emergencia.

Y tiene razón. La gran empresa no produce empleo. Son las micro, pequeñas y medianas empresas las que mueven la economía aquí y en todas partes.

Agropecuaria, turismo, mipymes e industria. Es su catecismo. Es su rosario. Su mantra. Su vademécum. Adonde va, lo suelta con una fe y una convicción de las que mueven montañas.

Alguno (a) periodista quisquilloso quiere desviarlo hacia el chisme. Que si el PLD esto. Que si el PLD lo otro. Que si la corrupción. Inteligente, lo despacha y vuelve a lo importante. A lo que nos sacará del atraso, la miseria, la ignorancia, la exclusión: producir riquezas y garantizar que llegue a quienes la necesitan.

No hay otro modo de emerger de la desgracia. Producir riqueza, garantizar empleo y proveer educación y salud. Con eficiencia y al costo que sea. Hay todo un programa que sólo espera la oportunidad de ser consensuado y construido con la sociedad, con el pueblo.

Ahora es el tiempo de la propuesta innovadora. Del programa. Del rosario. Del mantra. Del vademécum. Y ahí anda Danilo con su programa bajo el brazo. O nos salvamos ahora, o nos hundimos mucho más, y quién sabe hasta cuándo. Y tiene razón. Ojalà que el país le dé espacio a la razón.

Santo Domingo, 21 de febrero de 2011

tejeda.ramon@gmail.com

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