Pedro Luis Castellanos | perspectivaciudadana.com | 14-11-2011
En numerosas oportunidades hemos planteado la necesidad de que las Políticas Sociales sean repensadas desde la perspectiva del desarrollo de capacidades y oportunidades de la gente, asi como el desarrollo de una ciudadanía activa, superando los enfoques predominantemente sectoriales, disciplinarios y asistencialistas. Esto significa por una parte impulsar cobertura universal de servicios básicos de calidad, y al mismo tiempo redefinir las políticas de focalización sobre una base de desarrollo integral de los beneficiarios priorizados.
Equipos técnicos vinculados al proyecto presidencial de Danilo Medina trabajan la posibilidad de que las Políticas Sociales en el próximo Gobierno, además de los beneficios universales, basados en la noción de derecho ciudadano, enfaticen e impacten en los 3 momentos del ciclo de vida que constituyen mayor vulnerabilidad social: La primera infancia, la adolescencia y juventud, y los envejecientes.
Intervenciones focalizadas en estos 3 momentos de mayor vulnerabilidad social, podrían constituirse en intervenciones transsectoriales, que involucren a todos los órganos estatales, privados, no gubernamentales y comunitarios involucrados, en un esfuerzo coordinado e intensificado, con metas claras de impacto y resultados, y compromisos de gestión que vinculen el desempeño con los recursos que puedan ser asignados o transferidos, en forma protegida, para estas intervenciones, por parte del Estado y otras fuentes interesadas y comprometidas.
La calidad de la vida en los primeros 5 años de edad, y sobre todo en el primer año de vida, define en mucho lo que son las potencialidades y futuras capacidades de las personas, familias y comunidades.
El Instituto de Nutrición de Centro América y Panamá (INCAP) ha llevado a cabo en conjunto con universidades norteamericanas, ha monitoreado por más de 30 años una cohorte de personas que recibieron en los primeros 3 años de vida suplementos alimenticios que aseguraron nutrientes necesarios, en comparación con personas de características socio económicas similares, que no fueron objeto de dicha intervención y por lo tanto sufrieron carencias nutricionales antes de los 5 años de edad. Los resultados han revelado progresivamente como los rezagos en capacidades intelectuales y de aprendizaje no son superados ni aun por quienes alcanzaron 12 años de educación formal. Posteriormente mostraron como las personas rezagadas tenían menores oportunidades en el mercado de trabajo y tendían a reproducir en sus hijos la situación de pobreza, con frecuencia mucho mayor que quienes no habían sufrido carencias nutricionales en su primera infancia.
Schweinhart realizó un estudio similar con 1,123 infantes seguidos durante 30 años, con resultados muy similares que muestran la irreversibilidad de los rezagos originados por carencias de nutrientes, afecto y estimulación en la primera infancia.
Este tipo de resultados son coherentes con más recientes aportes, como los de Fraser Mustard, neurofisiólogo canadiense, quien ha mostrado como la “plasticidad” cerebral, es decir la capacidad de desarrollar conexiones neuronales que fortalecen las capacidades de adaptación y de responder a demandas internas y externas, está íntimamente vinculada con condiciones externas de estimulación, nutrición y afecto.
Hoy sabemos que un recién nacido posee más neuronas que a los 3 años y le doble que las de un adulto. Estudios de Carneggie Corporation han confirmado el daño irreversible que la carencia de estimulación produce sobre el desarrollo de interconexiones cerebrales durante la primera infancia, y el hándicap social que esto representa.
De allí que James Heckman, premio Nobel de economía 2000, ha calculado que la inversión en educación inicial temprano podría lograr un retorno de 8:1.
En el estado de Nuevo León en México, desde 1990, han desarrollado una experiencia de Centros de Desarrollo Infantil (CENDI), que ya abarcó más de 5,000 niños de familias empobrecidas y socialmente excluidas, incorporados a partir de 45 días de nacidos, a programas de educación inicial temprana, combinados con intervenciones de estimulación temprana, nutrición, escuela de padres y otros componentes, nucleados alrededor de la atención integral de la primera infancia. Los estudios de seguimiento muestran el impacto positivo sobre el rendimiento académico posterior de estos infantes, pero también e impacto positivo sobre las familias y su condición de pobreza. Los CENDI constituyen hoy centros de referencia de la OEA y otros organismos internacionales.
Experiencias similares, basadas en la atención integral y educación inicial temprana se han realizado en Cuba, Colombia, Brasil y otros países latinoamericanos, todas las cuales confirman los resultados de Nuevo León.
Todas estas experiencias nos muestras la importancia del desarrollo en la primera infancia y el efecto de las carencias de afecto, nutricionales y de estimulación. De allí que intervenciones que se inician desde el nacimiento o lo más precozmente posible, y que asumen un enfoque integral e integrador de educación inicial temprana, preservación y promoción de la salud, educación de los padres y madres y acciones para promover la incorporación de las familias al mercado de trabajo y a la dinámica de interacción comunitaria, tienen un enorme potencial para articular las intervenciones de mitigación y reducción de la pobreza extrema y la pobreza.
La experiencia de Nuevo León muestra además que este tipo de intervenciones de desarrollo integral de la primera infancia constituyen una excelente oportunidad de alianza y trabajo conjunto entre organismos del estado y la iniciativa privada empresarial.
Las intervenciones de desarrollo integral de la primera infancia, con énfasis en las poblaciones empobrecidas y socialmente excluidas podrían constituirse en uno de los ejes prioritarios de las Políticas Sociales en el próximo periodo de Gobierno, una vez que Danilo Medina alcance la Presidencia.
•El autor es médico, salubrista, epidemiologo, especialista en gerencia publica y politicas sociales. Miembro de IDESARROLLO y la Comision de Salud y Seguridad Social de Foro Ciudadano.
castellanos_pedro@yahoo.com
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