viernes, 11 de noviembre de 2011

Danilo Medina y el rol de la municipalidad en el Desarrollo Nacional.

Rafael Calderón Martínez | perspectivaciudadana.com | 10-11-2011
Apreciados y respetados Directores y Directoras de Distritos Municipales del país,

Distinguidos invitados a este importante acto de la municipalidad,

Amigos de la prensa,

En primer lugar quiero presentarle excusas formales, y dejar constancia de la pena que ha sentido nuestro Candidato Presidencial del PLD, Danilo Medina, por no haber podido asistir a esta honrosa invitación que ustedes le hicieran, debido a que le resultó imposible posponer para otra fecha, compromisos previamente establecidos con el sector agropecuario en la Región Este del país.

Les damos seguridades de que el Compañero Danilo, con el respeto que le tiene a cada uno de ustedes, y con la sencillez y sensibilidad humana que son parte integral de su inteligencia y firmeza de carácter, buscará el momento oportuno para compartir de tú a tú con todos ustedes, consciente de que su visión e ideas sobre la municipalidad, se enriquecerán con los valiosos aportes que surgirán de ustedes, en un rico diálogo sobre este tema de singular importancia para la nación.

Si de verdad vale la pena soñar con el progreso y el desarrollo humano del país, la visión del poder más viable y aceptable es la que podamos construir en libertad, con prudencia, sensatez, tolerancia, sentido de justicia, solidaridad, equidad, y respeto al estado de derecho del pueblo, en torno a objetivos y metas priorizadas y consensuadas con la comunidad nacional, y compatibles con la dinámica que nos impone la globalización del mundo de hoy.

Aclaro mejor, la visión a la que me refiero, no es la que deba ajustarse al talento y condiciones de un sabio o de un genio, es la del personaje que sabe escuchar y que lo escuchan bien; del que tiene suficiente inteligencia para entender y atender los requerimientos del pueblo; del dotado de sensibilidad y sentido de justicia; y del que promete lo que puede cumplir y cumple fielmente lo que promete.

Me refiero a la visión del poder ejercido con inteligencia, carácter, fidelidad y respeto pleno a la soberanía del pueblo, en un ambiente de sencillez, humildad y objetividad.

Estoy hablando de la visión de poder del Candidato Presidencial Danilo Medina, quien no alimenta el populismo y el comportamiento del padre complaciente que alienta dependencias perniciosas alejadas de principios y valores concebidos para el bien común. Me refiero a una visión del poder que implica por necesidad una nueva organización del Estado, una revisión responsable de la descentralización del poder en todas sus vertientes, un rol protagónico de la municipalidad y los gobiernos locales, y el incremento de la competitividad nacional, fundamentada en el desarrollo de recursos humanos innovadores, en la utilidad neta del ahorro, en el trabajo serio y honesto, en la inversión productiva y en la racionalidad de los costos y la rentabilidad social.

Como ustedes comprenderán expongo aquí lo que a nuestro juicio constituye la visión de poder que sostiene el candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, Lic. Danilo Medina, respecto del papel trascendental que deben jugar los Ayuntamientos en el proceso de desarrollo nacional.

Es urgente que juntos, gobierno central y gobiernos locales, procuremos una real valoración del papel de los Ayuntamientos en el proceso de transformación social y económica que demanda la sociedad dominicana.

En tal sentido, es inminente el incremento de la trasferencia de recursos y nuevas funciones a los gobiernos locales, dentro de un proceso sostenido de institucionalización y de descentralización responsable que motorice en mayor grado el sentido de justicia, la equidad, la solidaridad, la credibilidad, la eficiencia y efectividad de sus operaciones, así como la instauración de un sistema ético irrenunciable que sirva de sostén a la construcción de una sociedad abierta, plural, participativa y libre.

Para tales fines, es necesario superar los vacíos de comunicación e información que se registran a lo interno de la sociedad como conjunto. Es urgente el reordenamiento de las instituciones y las estructuras económicas, sociales y políticas, para que puedan actuar como verdaderos y efectivos mecanismos de participación y de descentralización del Estado.

Es inminente el requerimiento de reasumir y valorar en magnitud adecuada, respetuosa y productiva, la comunicación y la relación entre los Gobiernos Locales y el Gobierno Central con todas sus instituciones, a fin de asegurar equidad social y procesos prolongados de crecimiento económico generador de bienestar colectivo y calidad de vida para toda la población.


Estamos ampliamente convencidos de que una dinámica y racional participación de los Gobiernos Locales en todas las vertientes del Plan Estratégico de Desarrollo Nacional, acorta el camino que conduce al combate efectivo de la pobreza extrema que aun afecta a un amplio segmento de las familias dominicanas.

La sociedad dominicana está apostando seriamente a que sus líderes y gobernantes sean capaces de producir cambios radicales en las condiciones de vida de los que aún viven en la pobreza y la miseria. La sociedad dominicana está confiada en que sus líderes y gobernantes sabrán utilizar con inteligencia y sentido humano, las bondades que ofrecen el fenómeno de la globalización; el formidable avance de los sistemas de comunicación; la era del conocimiento, y el extraordinario desarrollo científico y tecnológico que define al mundo de hoy.

La sociedad dominicana espera con ansiedad y hasta con cierto temor, que sus líderes y gobernantes sean capaces de revertir el lacerante incremento de la desigualdad derivada de un reparto inequitativo de las oportunidades.

Nunca como ahora se habían presentado en el mundo condiciones tan excepcionales para lograr, en beneficio del desarrollo humano, la reducción progresiva de la pobreza.

Entre los desafíos a los que están obligados a enfrentar con éxito los líderes y gobernantes, se pueden señalar como cruciales y de urgente atención las que se exponen a continuación:

• Destinar cada año, durante un periodo minino de veinte años, un monto no menor al 4% del P. B. I., para el desarrollo de una educación de calidad con equidad, que facilite y acelere la formación de recursos humanos calificados, así como de una creciente suma destinada a la investigación y desarrollo (I+D), a fin de impulsar, de manera sostenida, el desarrollo de la ciencia, la tecnología y la innovación, hasta niveles capaces de hacer efectivamente competitivo el sistema productivo del país.

• Diseñar políticas públicas que permitan elevar en forma sostenida, durante los próximos veinte años, los niveles de exportación de bienes y servicios producidos en el país, capaces de generar riqueza y empleos de calidad.

• Aplicar políticas públicas que otorguen reales facilidades al sector privado nacional y extranjero, para invertir en la construcción de la infraestructura productiva y de servicios que requiere el país en las áreas de seguridad alimentaria, salud, energía, presas, hidroeléctricas, minería, laboratorios de investigación, transporte, comunicaciones, sistemas de riego, viviendas, reforestación, y recreación sana.

• Reducir a su mínima expresión los niveles de corrupción pública y el enriquecimiento ilícito de sectores privados a partir de bienes y recursos públicos.

• Fortalecer cualitativamente las funciones constitucionales y legales de los poderes Ejecutivo, Legislativo, y Judicial, así como los correspondientes a la municipalidad, Cámara de Cuentas, la Contraloría General de la República, y Junta Central Electoral.

• Reducir a su mínima expresión la concentración del poder económico y político del Estado, facilitando una participación más activa y consciente de los gobiernos locales, y las organizaciones de la sociedad civil, a partir de una distribución más equitativa de los recursos del Estado, la inversión y el gasto en todo el territorio nacional.

• Realizar cada año, en el marco de planes de corto, mediano y largo plazo, una adecuada y equilibrada combinación del manejo de las inversiones y el gasto público, y armonizar políticas monetarias que garanticen la estabilidad macroeconómica del país, la estabilidad monetaria y de precios, la generación de nuevos empleos productivos, equidad en la distribución de la riqueza, y la reducción creciente de la brecha entre ricos y pobres.

Al interior de estos desafíos, las políticas gubernamentales deben ser reestructuradas en función del desarrollo cualitativo del sistema democrático, tanto en el orden político, como en el económico y social, de tal manera que los gobiernos locales resulten protagonistas de primer plano en la lucha contra la pobreza.

Todos juntos, debemos construir una democracia de ciudadanía que garantice la libertad; igualdad de oportunidades y menos pobreza. Esta es, no solamente una responsabilidad intransferible de los líderes de la municipalidad y gobierno de la República, sino también la mejor manera de reivindicar el papel de los políticos y los partidos políticos en la sociedad del presente y del futuro.

El carácter global de las dificultades perturba por igual a los ricos y a los pobres, a los del campo y a los de la ciudad, a los residentes en el país y a los que han tenido que emigrar en busca de mejor suerte, a los jóvenes y niños, como a los adultos, a las mujeres como a los hombres, al empleado como al desempleado, y al profesional como al analfabeta. Nadie puede huir de ellas, nadie puede liberarse del impacto negativo de las carencias acumuladas en el seno vital de la sociedad.

Si actuamos con sentido de responsabilidad ciudadana, comprenderemos fácilmente que bajo ninguna circunstancia podemos aceptar el carácter irreversible que se le puedan atribuir a dificultades que si pueden superarse a partir de acciones concertadas bajo la bandera del interés común de la nación entera y bajo la visión de poder que pueda ser asumida y compartida por todos los estamentos del Estado, principalmente por el Gobierno Central y los Gobiernos Locales.

Apoyados en unas relaciones de concertación productiva, que se fundamente, más en el derecho que en la fuerza, el trabajo coordinado, Gobierno Central, Gobiernos Locales, adquiere más profundidad, mayor trascendencia, mayor efectividad, y más hondo sentido democrático en la lucha impostergable de reducir a su mínima expresión los niveles de pobreza.

Dentro de este contexto, para alcanzar políticas públicas y una agenda nacional que respondan con efectividad a las grandes demandas nacionales, es pertinente enfrentar con seriedad, al menos, algunos de los obstáculos que resultan evidentes a estos propósitos.

Por ejemplo: Es urgente la necesidad de fortalecer, económica e institucionalmente a los gobiernos locales. Es realmente apremiante elevar el nivel educativo y la categoría de ciudadanía de un número cada vez mayor de la población. Es inminente que la sociedad civil organizada adquiera la fuerza cualitativa suficiente para demandar del Estado y sus instituciones el cumplimiento de sus obligaciones, con total y absoluta transparencia.

En un reordenamiento institucional con niveles aceptables de gobernabilidad, resulta imprescindible la concertación respetuosa en beneficio de los principios democráticos que afianzan, consolidan y hacen respetar al Estado por el mismo, y no por la individualidad de personajes mitológicos o mesiánicos que frecuentemente ignoran y hasta desprecian postulados fundamentales como libertad, igualdad, justicia, solidaridad, equidad, coparticipación, honestidad, la paz, el trabajo y el bienestar colectivo.

Tal y como reseña el Dr. Power Alberti, Ex Director de la Oficina de la CEPAL en Bogotá, “El modelo socio-económico prevaleciente en América Latina se ha caracterizado por la acumulación de la riqueza y el ingreso, la concentración regional de las actividades productivas y los servicios sociales básicos, y la sobre-concentración del poder político y del gasto público, factores que dieron como producto un patrón de asentamiento humano también concentrador”.

Si bien es cierto que se han producido transformaciones estructurales profundas e irreversibles en la sociedad dominicana, no es menos cierto que aún persisten los problemas derivados de la pobreza. Nuestro pueblo ha recorrido un proceso histórico, que si bien ha generado ciertos espacios de crecimiento, la verdad es que entre sus resultados, el fantasma de la pobreza aparece como su principal balance negativo asociado en forma directa a altos niveles de concentración del poder político, social y económico, frecuentemente estimulados por el propio Estado.

Nosotros sabemos que cualquier gobierno con voluntad política para combatir el flagelo de la pobreza, no puede prescindir de los liderazgos locales, regionales, nacionales y sectoriales que se desarrollan en el seno de las organizaciones, así como del poder real que en sí mismas representan ante las comunidades que son ámbito directo de su competencia.

Al momento de escribir estas líneas gran parte del pueblo dominicano se sumerge con fuerza en una intensa y activa campaña electoral para elegir al nuevo presidente que habrá de dirigir los destinos de la nación durante los próximos cuatro años. Nosotros les aseguramos que el compañero Danilo Medina, está a la altura de las complejidades y circunstancias que caracterizan al mundo de hoy. Sin recurrir a falacias que en nada contribuyen a un buen gobierno, cuenta con la inteligencia, la preparación, y las condiciones humanas necesarias para responder con eficiencia, equilibrio, y responsabilidad a las legítimas aspiraciones del pueblo dominicano.

La República Dominicana es dueña de un importante patrimonio de infraestructura productiva, económica, social, histórica, cultural, medio ambiental, ecológico, y monumental, etc., que se encuentra enclavado en cada uno de sus municipios, sin que aún se haya reconocido como parte integral de sus riquezas y mucho menos, sin que se haya utilizado esta riqueza para potencializar el desarrollo local y expandir la misma en beneficio de la población dominicana y en particular de los munícipes de sus respectivas demarcaciones territoriales.

En las últimas cuatro décadas los municipios han sido objeto de profundas transformaciones espaciales y socioeconómicas, que han incidido en forma notable en el ensanchamiento de los espacios urbanos, la reducción de los espacios rurales, la expansión de los barrios periféricos urbanos, así como en una mayor articulación de actividades industriales, agroindustriales, comerciales, y de servicios.

El candidato del PLD, Danilo Medina, está comprometido con el fortalecimiento institucional de la municipalidad, y está dispuesto a proporcionar apoyo progresivo y sostenido a las autoridades municipales y a cada Ayuntamiento en particular, en el marco de las leyes vigentes. Está comprometido con políticas públicas que contribuyan a introducir mejoras sustanciales en sus ejecutorias y en la planificación de sus inversiones.

Danilo Medina, como candidato presidencial del Partido de la Liberación Dominicana, está comprometido con el desarrollo de los municipios y los Distritos Municipales. Está comprometido con la descentralización del Estado y el máximo aprovechamiento de los recursos que definen los principales atractivos y fuentes de riqueza que singularizan y asignan potencialidad de marca a cada municipio y distrito municipal del país.

Con estos fines, el Candidato y próximo presidente de la República, Danilo Medina, apoyará con firmeza a las autoridades municipales y a cada Ayuntamiento del país, para que puedan disponer, no solamente de recursos congruentes con las responsabilidades que asuman en el plano local, sino además, con estudios que describan e impulsen con amplitud las bondades de sus municipios y el desarrollo de sus comunidades. Estos estudios podrán utilizarse para realizar exposiciones, eventos, programas de televisión, páginas de Internet, tareas educativas, promoción, publicidad, planificación de inversiones, y otras actividades orientadas a potencializar su imagen o marca particular del municipio.

En este orden, en el Gobierno de Danilo Medina, los Ayuntamientos del país dispondrán de un conjunto de equipos que les permitan intervenir en la solución de problemas relativos a drenaje, caminos vecinales, mejoramiento del entorno urbano del municipio, registro de estadísticas locales concernientes a la inversión pública y privada, a la educación y la formación de recursos humanos disponibles en el municipio, condiciones de la salud de la población, viviendas, negocios y empresas operando en el municipio, estadísticas sobre producción y productividad local, organizaciones existentes en la municipalidad, infraestructura productiva y de servicios con las que cuenta la municipalidad, publicaciones sobre actividades deportivas y culturales, entre otros.

El objetivo es contribuir con el desarrollo cualitativo de los municipios, destacando sus especificidades y mayores atractivos turísticos y de inversión, impulsados por sus propias potencialidades y los recursos provenientes del gobierno central y otras entidades nacionales o extranjeras.

Es el propio Danilo Medina quien ha expresado claramente lo siguiente.

¨Óiganme bien. Voy a construir mi propio estilo de gobernar. Construyendo una fuerte alianza entre el gobierno central, los gobiernos municipales, las organizaciones comunitarias y las empresas locales, para impulsar el desarrollo social y económico de las comunidades, potenciando sus recursos naturales, turísticos y culturales, y mejorando sus infraestructuras básicas´´.

´´Nuestra economía creció mucho en los últimos años. Ahora es el momento de distribuir esa riqueza con toda la población. Es hora, por lo tanto, de repartir este crecimiento y hacer que llegue a todas las personas, a todas las regiones, a todas las ciudades y a todos los campos del país´´. Cierro la cita.

Finalmente, permítanme decirles que Danilo Medina no permitirá que ustedes pierdan sus conquistas ni sus sueños, su compromiso con la municipalidad tiene como base firme una potente alianza con los gobiernos locales y una mejor calidad de vida para todos y todas las dominicanas.

Pueden ustedes estar seguros que Danilo los comprende, los respeta y los necesita, para construir desde la presidencia de la República, junto a todos ustedes, el equilibrio, la equidad, y las oportunidades de sus esperanzas, sus sueños y sus ilusiones. Para Danilo, el futuro está en la innovación, en lo nuevo, y ustedes están dispuestos, igual que él, a aplicar políticas públicas nuevas que dignifiquen y hagan más efectivo, creativo y creíble el trascendente rol que corresponde desempeñar a los gobiernos locales en el proceso de desarrollo que demanda la sociedad dominicana de hoy.


Muchas gracias.


Rafael Calderón Martínez

Senador de la República
12 de septiembre de 2011

No hay comentarios: