Puntos de vista 17 Noviembre 2011
Felipe Romero
La candidatura presidencial de Danilo Medina ha tomado forma y cuerpo. Presenta al electorado propuestas concretas y realizables, mientras que su oponente Hipólito Mejía no ha podido pasar de un simple embrión de juego de palabras y enunciados carentes de valor conceptual.
Corruptela y Despilfarro, son los dos enunciados más socorridos a los que acude Mejía para descalificar a sus oponentes políticos, mientras el electorado espera con ansiedad su propuesta de cómo va a enfrentar la corrupción y el despilfarro.
Su dificultad fundamental radica en que ya fue gobierno y que cuando estuvo al frente de la administración pública, no hizo nada para evitar el despilfarro y la corrupción que hoy son críticas. Solo hay que leer el libro el Banquero del Presidente del periodista Freddy Aguasvivas, para ver suficientemente documentado todos los tipos de métodos de corrupción, prevaricación y robo que materializaron en contra del Estado durante el gobierno de Mejía.
Claro, esta debilidad del candidato del PRD no lo descalifica para denunciar los actos de corrupción que él entiende se materializan en este gobierno, el problema es que la gente no le cree cuando habla sobre el tema.
El candidato del PRD es poco creíble o nada creíble, cuando habla que va a resolver el desempleo, porque en su gobierno la desocupación aumentó de un 13,2 por ciento a un 19 por ciento.
Cuando el expresidente Mejía habla del tema de la pobreza es para reírse, pues en su gobierno la pobreza se incrementó de un 28 por ciento a un 44 por ciento y la indigencia pasó de un 8 a un 16 por ciento.
Y si nos vamos a las cifras económicas es para matarse de la risa, su desempeño económico fue pobre, la economía decreció, la inflación se disparó por encima de dos dígitos y el peso se devaluó en más de un 300 por ciento.
Su principal fortaleza que es el sector agropecuario, lo delata. Los gobiernos del PRD son los que más han penalizado la rentabilidad de los productores del campo. 1984 fijaron la tasa del 36 por ciento Avaloren a las exportaciones agrícolas; y en el 2003 se fijó una tasa impositiva de un 5 por ciento a las exportaciones. ¿Cómo puede Mejía decir que va a fortalecer a los productores cuando en los gobiernos del PRD es cuando han sido más penalizados con disposiciones impositivas? Creo que ya es muy tarde para el arrepentimiento, no hay forma de revertir la cruda realidad que representó el gobierno de Hipólito Mejía para el país, una realidad que frustró la esperanza y porvenir del pueblo dominicano, hasta el extremo de que a siete años de ese gobierno, aún no hemos podido volver a los niveles de pobreza que teníamos en el año 2000, muy a pesar de que el gobierno del presidente Leonel Fernández ha logrado disminuirla de un 44 por ciento que la encontró en el año 2004 a un 33 por ciento.
Danilo Medina nunca ha sido presidente, tienes una visión clara sobre el desarrollo del país, presenta una figura fresca que no tiene compromiso con el pasado. Es una candidatura que renueva la esperanza y está enraizada en una oferta electoral de alto contenido social y liberal. Danilo tiene una respuesta y una propuesta para cada sector de la sociedad dominicana. Danilo es lo nuevo, Hipólito es más de lo mismo de su PASADO.
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