Ramón Tejeda Read | perspectivaciudadana.com | 03-10-2011
Es prácticamente fin de año y es el momento de hacer proyecciones para el año venidero. Es el caso de quienes tienen empresas, no importa si son grandes, medianas o pequeñas.
¿Cuál será el escenario del próximo año? Es una pregunta que se hacen los inversionistas para esta época. Es lo que algunos técnicos llaman ‘’predictibilidad’’, o posibilidad de predecir o adelantarse a los posibles escenarios.
Un empresario llamó recientemente a su asesor en la materia para hablar de presupuestos y previsiones para el año que viene. ‘’Usted tiene que hacer previsiones para dos escenarios’’, le dijo el consultor. ¿Cómo así?, le preguntó el empresario.
‘’Muy simple’’, respondió el economista, y le explicó: ‘’Si gana Danilo, es seguro que la economía seguirá estable, con fluctuaciones muy previsibles de variables como la tasa de cambio del dólar, algo muy a tomar en cuenta en nuestra economía’’.
‘’Si ganara la oposición’’, continuó aquel técnico, ‘’disminuye mucho la predictibilidad; nadie sabe lo que va a pasar y los niveles de incertidumbre aumentarán notablemente, particularmente porque ya se tiene una experiencia muy negativa del 2000 al 2004’’.
En efecto, en aquella administración, recuerda quien esto escribe, la tasa de cambio del dólar subió de 16 pesos por un dólar a 55 y hasta a 60 pesos por un dólar, lo que representó una caída estrepitosa de la capacidad de compra del peso dominicano, una inestabilidad que detuvo las inversiones nacionales e internacionales; una caída brutal de la demanda que incrementó dramáticamente el desempleo, llevó a la quiebra a miles de negocios y disminuyó sueldos y salarios hasta en más de un 30 por ciento, llevando la producción de riqueza (PIB) a niveles muy inferiores a los experimentados en los cuatro años anteriores y, en algunos momentos, a números negativos.
La que cuento no es una historia inventada. Es realísima y es más larga, pero debo dejarla ahí. Me la contó uno de sus protagonistas y así la cuento. Porque es bueno que se sepa que una cosa es llamar al diablo y otra es verlo llegar. Y en eso hay que insistir. No es lo mismo cambiar para Danilo que cambiar para atrás.
Santo Domingo, 3 de octubre de 2011
tejeda.ramon@gmail.com
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