Luis Encarnación Pimentel | listin.com.do | 11-10-2011
Las expectativas y apuestas de los estrategas del proyecto presidencial de Danilo de situar las simpatías y posibilidades de éste por encima de las de Hipólito antes del mes de enero se han estado cumpliendo al pie de la letra, incluso por adelantado. Al día de hoy, donde todo apunta a que hay un virtual empate técnico, no se puede afirmar con la categoría de hace solo unas semanas que el billete premiado está de un determinado lado.
Si es cierto que a Mejía le beneficiaron su arranque temprano (6 de marzo) como candidato, las dificultades y desgastes propios de un largo ejercicio de gobierno, así como las incógnitas que el PLD y el país vivieron con respecto a la decisión final del presidente Leonel Fernández en materia electoral, no menos cierto es que a Medina (escogido el 26 de junio, pero medido desde cuando todavía sólo era aspirante) se le ha ido despejando por completo el panorama tras el apoyo político resuelto, y algunas acciones concretas de gobierno, del jefe del Estado; de la unidad manifiesta de todo el PLD y parte de los aliados en torno al candidato morado y, muy especialmente, con el respaldo extraordinario que ha ido recibiendo a su paso por distintas provincias y pueblos del país, luego de tomar la decisión en firme de tirarse a las calles. Las cosas -que sepamos- a Danilo le han estado saliendo muy bien y los resultados y los números comenzarán a trascender sin mucho esfuerzo.
Cuando faltan más de siete meses para las elecciones del 20 de mayo del 2012, algunas mediciones privadas que coinciden con el despegue exitoso de Danilo, con la ausencia de Hipólito del país y con la no integración de Miguel Vargas a la campaña sitúan las preferencias entre las dos figuras que polarizan el torneo en una suerte de cabeza con cabeza.
Por ejemplo, los datos de Benenson Strategy Groug, publicados ayer por el LISTÍN, dicen que Mejía tiene un 49% y Medina un 46%, o sea, 3 puntos de diferencia, que con el 3.5 o 4% del margen de error en toda encuesta, significa que desde ya - y aun “faltando mucho por hacer”, y por ver en la campaña- estamos hablando de un comprobado empate técnico. Y si la firma dice que la mayoría opina a favor de Danilo en temas como economía y educación, y que el 60% cree que él tiende a crecer, se anticipa a dónde conducirá la brisa.
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