viernes, 16 de septiembre de 2011

Danilo Medina y la República

15/9/2011
“ No tengo otra forma de responder a la proclamación de ustedes que con estas palabras simples, llenas de convicción y de emoción: Yo, Danilo Medina, dominicano de nacimiento, en cuerpo y alma, casado con Cándida Montilla, padre de Sibely, Vanessa Daniela y Ana Paula; acepto la candidatura a la presidencia de la República por el Partido de la Liberación Dominicana”.

Con estas palabras salidas del corazón, Danilo Medina aceptó el reto de luchar por alcanzar la presidencia de la República el 20 de mayo de 2012.

En el acto celebrado el domingo 28 de agosto en el Palacio de los Deportes Virgilio Travieso Soto, el candidato presidencial por el Partido de la Liberación Dominicana, tiene sobre sus hombros el compromiso y la responsabilidad de mantener la estabilidad política y económica, en todo el sentido de estos dos términos, en la República Dominicana. No cabe la menor duda, que asumió este compromiso con entereza y determinación.

Danilo sabe, y está consciente del riesgo que corre nuestro país, si pasa nuevamente a ser dirigido por el señor Hipólito Mejía, pero no es un riesgo común y corriente, se trata de la salud de nuestra patria, que, si bien el presidente Leonel la recibió en cuidados intensivos y ya está en la sala de recuperación, no debemos permitir que Hipólito Mejía la lleve a un coma irreversible.

Con el gobierno de Hipólito Mejía, en el periodo 2000-2004, el país sufrió un atraso de no menos de 50 años; un ejemplo claro es el Acuerdo de Madrid, el cual ha sido un obstáculo para la solución del problema eléctrico en la República Dominicana.

Danilo representa la esperanza verdadera para que el país se enrumbe por el camino definitivo del bienestar; lo que se traduce en nuevas esperanzas para los dominicanos y dominicanas que no tienen dolientes. Con un programa de gobierno ejecutable, diseñado por un hombre que tiene el Estado en la cabeza, no como el señor Hipólito Mejía, que ante una pregunta en CNN sobre el sector turístico, dijo que su ex ministro de turismo, Rafael Suberví Bonilla, será quien daría respuesta a dicha pregunta; lo que indica a todas luces, que no tiene la menor idea de lo que significa dirigir el Estado.

En las cosas que más interesan a los 10 millones que habitan nuestro país, como son: salud, educación, desempleo, seguridad ciudadana y, el sector agropecuario, Danilo Medina sólo espera la confianza del pueblo dominicano a través del voto a su favor, para empezar a hacer lo que nunca se hizo, corregir lo que está mal y, continuar lo que está bien.

Danilo no tiene una gota de maldad en su corazón; este peledeísta histórico, tiene en el alma una perla. Y es que las perlas no se disuelven en el lodo. Un político que no viene a prometer por prometer, sabe que no tiene una varita mágica en las manos, de ahí su declaración de que cuenta con todos, que no viene a mandar sino a dialogar.

Por demás, un político entusiasta, noble, respetuoso, digno hasta la dureza y puro hasta la rudeza, como diría Víctor Hugo, en su obra Los Miserables.

El Partido de la Liberación Dominicana tiene la particularidad de que sabe dónde están sus electores; es cuestión de contactarlos, y convencerlos a renovar las esperanzas. Tenemos que hacer conciencia de la necesidad de mantener al PLD dirigiendo los destinos de la nación.

Para mantener la patria a flote, tenemos que asegurar el triunfo de Danilo Medina. Es impredecible lo que nos traería el futuro si elegimos a un analfabeto político y funcional como el candidato del PRD.

El pueblo sabio y consciente, sabrá decidir.
Autor: Luis Amadís

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