jueves, 16 de diciembre de 2010

Danilo Medina es mi candidato

16/12/2010
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Danilo Medina -ya lo he dicho-, es el último dirigente-partido que le queda al sistema de partido en la República Dominicana. Esa estirpe, con él -porque no hay asomo ni seña de otro-, se ira para siempre del espectro político nacional. En consecuencia, el PLD y el país hacen bien valorando un liderazgo así -¡ojalá lo coronen con la presidencia!-, en donde la experiencia y lo programático se conjugan y rescatan la mejor tradición de la política entendida como herramienta para el cambio y para impactar favorablemente la vida de los ciudadanos en una suerte de relevo y de re-definición política-programática que apuesta con nuevos enfoques a encarar los restos nacionales desde una perspectiva integradora.

Ahora bien, ¿en qué sentido Danilo Medina es mi candidato? Lo es, desde la realidad política de un partido político en el poder, que implica que aspiraciones y discursos -de cualquier aspirante en el PLD- no pierda de vista esa realidad insoslayable, concreta, real y tangible. También, que el Presidente Leonel Fernández Reyna, ha devenido en el líder del PLD con méritos propios, y que además, y por encima de chácharas que digan adversarios y detractores -todos de la oposición política, o si no, de la escuela de la fijación y la amargura, y de ciertos opinadores de independencia coyuntural-, ha avanzado lejos la agenda nacional. Que como colofón, no hay ni la más remota posibilidad del relevo en el poder, sin su apoyo, concurso y endorso. Ejemplos: Dilma, en Brasil, Santos, en Colombia.

Por demás, de Danilo Medina conozco su novedosa visión programática-estratégica y su altísima sensibilidad social, pero más que ello, sé de su compromiso y voluntad política inquebrantable con la gran deuda social-histórica acumulada y con hacer de los sectores desposeídos del país actores activos, conscientes y entusiastas de lo que será una gestión de gobierno imbuida de nobles ideales patrios y de prioridades impostergables en materia de salud, educación, generación de energía eléctrica, vivienda e inversión sistemática en protección del medio ambiente y riquezas naturales no renovables.

Mi apoyo, por supuesto, es un apoyo sobreentendido al PLD, pues, como es de conocimiento solo sigo instituciones e ideas. Por lo tanto, se entiende también, que mi apoyo no implica dejar de pensar, ni mucho menos, que he hipotecado mi cabeza (algo que no tiene precio y que Danilo Medina, sabe y valora). Sólo significa que, de nuevo, vuelvo a creer que el proyecto que enarbola es el correcto y el adecuado para mi partido y el país. Por ello, cambie mi posición anterior, que era: la de no participar en ninguna contienda interna.

Desde esa perspectiva y conciencia, reciba mi apoyo en el entendido de que, cualquier decisión que tome el PLD como institución política, esa será, irrevocablemente, la mía también. Por encima de cualquier líder, proyecto, candidato, o dirigente.

Hecha la salvedad, cuente conmigo a ningún costo, a ningún precio.
Autor: Fco. S. Cruz

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